Autor de la Letra y Música de «Las Chiapanecas», segundo himno en Chiapas. 

Músico, compositor y director de orquesta. Nació el 24 de junio de 1899 en la ciudad de México, DF.

Hijo de don Eduardo Arozamena Lira (actor) y doña Clemensia Sánchez Méndez. Fue el mayor de seis hermanos: Eduardo (1902-1951), Guadalupe (1904-1997), María Luisa (1906), Carmen (1911) y Amparo Arozamena Sánchez (1916).

Hizo sus estudios primarios y de preparatoria en su ciudad natal; y los profesionales en el Conservatorio Nacional de Música. Como músico, se inició profesionalmente tocando el piano en los intermedios de las películas de los cines de la ciudad de México. A los 18 años de edad fue nombrado director de la Orquesta del Teatro Lírico. Poco tiempo después conoció a la actriz y cantante Lupe Rivas Cacho (1894-1975), con la que tuvo un tórrido romance que duró hasta el día de su muerte. La hermosa Lupita Rivas era propietaria de la «Compañía de Revistas Mexicanas de Lupe Rivas Cacho», de la que posteriormente Juan Arozamena fue pianista, concertista y gerente. 

Con esta compañía recorrió gran parte de la República mexicana y viajó por Cuba (1924), España (1925), Argentina (1926), Chile (1926), Perú (1926) y Colombia (1926).

En 1924, en un recorrido por la República, la Compañía de Revistas Mexicanas visitó al puerto de Tampico, Tamaulipas, lugar en donde Juan Arozamena y Guadalupe Rivas conocieron al «Cuarteto Marimbístico de los Hermanos Gómez»: David Gómez Gutiérrez, Arturo Gómez, Álvaro López y Jesús Jiménez, quedaron tan impresionados de la manera como tocaban la marimba los hermanos Gómez que decidieron contratarlos para que se incorporaran a la compañía de revistas. 

Fue así como el 24 de junio del mismo año salieron de Tamaulipas a Veracruz y de este lugar a la ciudad de Mérida, Yucatán. En esta ciudad actuó la Compañía de Revistas Mexicanas, y con ellos el «Cuarteto de los Hermanos Gómez». Una vez terminada la temporada, se fueron a la Habana, Cuba.

En la travesía, ya en el vapor que los conducía de Yucatán (México) a la Habana (Cuba), el joven Juan Arozamena escribió y compuso la música de un vals ligero que título «Las Chiapanecas». Misma que había sido producto de la inspiración, tras haber escuchado las melodías chiapanecas extraordinariamente ejecutadas por el cuarteto marimbístico de los hermanos Gómez. Melodía que fue incluida en la revista mexicana «Cosas de mi Tierra», de la Compañía de Revistas de Lupe Rivas Cacho. Fue así como «Las Chiapanecas» fue ejecutada, por primera vez, en 1924 por los hermanos Gómez en el Teatro «Variedades Payret» de La Habana, Cuba. Este rítmico vals ligero fue cantado y bailado por primera vez por la bella y encantadora Lupita Rivas Cacho y sus hermosas coristas. El estreno de la melodía fue todo un éxito. Los aplausos fueron cerrados, contundentes. Los «¡Viva México!» no se hicieron esperar. 

La compañía teatral realizó una intensa gira por todas las islas Antillanas. Terminada, el cuarteto marimbístico de los hermanos Gómez se regresó a México y la Compañía de Revistas se fue a España; y de la ciudad de Madrid, se fueron a Argentina, chile, Perú y Colombia.

«Las Chiapanecas» se siguió ejecutando en otros países, pero ahora en piano y por el entonces famoso y joven concertista Juan Arozamena Sánchez, su autor. Por su parte, el «Cuarteto Marimbístico de los Hermanos Gómez» hizo lo propio en la República Mexicana y, particularmente, en Chiapas, su tierra natal.

El que fuera famoso pianista de los años 20, autor y compositor de muchas melodías mexicanas, Juan Arozamena, falleció el 23 de noviembre de 1926 en la ciudad de Armenia, capital del Departamento de Quindío, República de Colombia, víctima de certeros balazos que iban dirigidos a Lupita Rivas Cacho, pero que dieron en la humanidad de Juan Arozamena, al interponerse entre el atacante (el actor Ignacio Peón) y Lupita, por conflictos entre los mismos integrantes de la Compañía de Revistas. Sus restos mortales depositados en la Santa Iglesia Catedral de Bogotá, Colombia.

Juan Arozamena, esclarecido compositor mexicano de vuelos internacionales, es de los pocos compositores que figuran en la historia de la música chiapaneca, por su valiosa aportación en el arte musical. Sin ser chiapaneco, es una gloria de Chiapas. Aún se recuerdan sus revistas mexicanas: «El de Barro» y «Concurso de la India Bonita«. Su vasta producción musical se extravió después de su muerte. Mucho de sus éxitos ahora son del dominio público, pues nunca los registró. Sin embargo, el inusitado éxito de «Las Chiapanecas» fue suficiente para que su nombre fuera escrito en el libro de la inmortalidad.

El éxito alcanzado por los hermanos Gómez en Chiapas se debió, en parte, a la melodía Las Chiapanecas, misma que traspasó las fronteras mexicanas.

Fue tanto el éxito de Las Chiapanecas que fue incluída en películas mexicanas:

  • Al son de la marimba (1940). Fernando Soler, Emilio Tuero, Marina Tamayo, Joaquín Pardavé, Sara García y la actriz chiapaneca Amanda del Llano (1920-1964).
  • La Mujer sin Lágrimas (1951). Libertad Lamarque, Marga López y Ernesto Alonso.

    Con estas películas los mexicanos tuvieron la oportunidad de escuchar la letra y la música de Las Chiapanecas.

    En 1942, la bella, sensual y famosa bailarina venezolana Conchita Ramírez (Nana), después de su existosa presentación en los teatros de Broadway (Nueva York), decide hacer una intensa gira por Alaska: Islandia, Terranova las Aleutianas y Dutch Harbor. La escultural morenaza, reina del trópico sudamericano, bailó en toda su gira música afrocubana y particularmente rumba, conga y Las Chiapanecas.

Con el tiempo esta melodía se hizo del dominio público, olvidándose el nombre del autor de la letra y de la música, así como de la historia de su origen.

Desde mayo de 2000, el Centro Cultural de Chiapas «Jaime Sabines», ofrece un espacio denominado Fonoteca «Juan Arozamena», en honor al virtuoso músico, donde los discos de acetato se pueden observar en cada rincón del lugar. 

 

Fuentes:  Texto de Jose Luis Castro, para el Heraldo.

                   CONECULTA

 

Letra y Música.